Los clarificadores recogen los lodos

En los clarificadores, ralentizamos la corriente de aguas residuales hasta que se mueve unos pocos centímetros por segundo. El lodo, formado por alimentos y heces, se asienta fuera del agua. Cuando caen al fondo del tanque son empujados hacia el centro. Desde allí los lodos se bombean a los digestores.

Las grasas y los aceites flotan en la parte superior del agua. El brazo giratorio las retira y las recoge. No debemos verter las grasas y los aceites por el fregadero de la cocina porque provocan atascos en las tuberías. Los atascos son caros de romper e impiden que las aguas residuales fluyan hacia la planta. Si el atasco se produce en su propiedad, tendrá que llamar a un fontanero para que rompa el atasco con una serpiente. Si el atasco se produce en las tuberías principales que llevan las aguas residuales a la depuradora, lo desatascamos con cámaras que nos ayudan a encontrar el atasco y con una costosa maquinaria. De cualquier manera, usted paga para que se elimine la grasa de las tuberías.